Bernadette, Bernadette Devlin
Entre los marxistas
abiertos, el caso irlandés siempre un ejemplo de opresión nacional, y por lo
mismo de una resistencia que tenía que ser ante todo social. En su
hermoso libro El precio de alma (que publicó Plaza&Janés en una colección
de bolsillo) en el habla muy poco de ella misma, y mucho de las luchas que
representaba, Bernadette tenía clara algunas cosas: primero que los ingleses
tenían que irse a su casa lo mismo que los norteamericanos tenían que dejar
Vietnam…Segundo, que para obligarlos, había que unir a toda la clase
trabajadora fuese de procedencia católica o protestante. Había un tercer punto:
esta lucha la tenía que liderar formaciones socialistas militantes que acabaran
con el peso de la religión y de sus malditos clérigos, tan responsable como los
británicos de la opresión del pueblo en general, y de las mujeres en
particular…
Me acordé de ella, de sus denuncias, viendo la impresionante película Las hermanas Magdalenas, obra de Peter Mullan al que Ken Loach dio su primera oportunidad en Mi nombre es Joe…He vuelto a recordar sus denuncias estos días en los que, finalmente, unas víctimas se han atrevido a tirar de la manta para denunciar los casos de abusos sexuales en nombre de Dios y de su Iglesia.
Había un cuarto punto:
Bernadette estuvo el 11 de septiembre de 1981 con nosotros, con la LCR en Barcelona, y es
que Bernadette era una nacionalista-internacionalista, y había tomado
partido por nuestra pequeña internacional
La volví a recordar el
día que presenté la película Bloody
Sunday, Domingo sangriento, en un cine-forum…La película,
dirigida por Paul Greengrass y Jimmy McGovern, y en la que la figura de
Bernardette es encarnada por la actriz Mary Mould. La película realizada con
técnicas del llamado “cinema-Veritè” ganó un montón de reconocimientos, y está
al alcance de todos y todas.
Narra como en Derry,
Irlanda del Norte, en la madrugada de domingo 30 de enero de 1972. Ivan Cooper,
líder del movimiento a favor de los derechos civiles en Irlanda del Norte, se
prepara para guiar una manifestación contra los encarcelamientos sin proceso
judicial. El IRA asegura que no se producirán actos violentos. El Mayor General
del ejército inglés Ford recuerda a los periodistas que dichas manifestaciones
son ilegales. El brigadier Patrick MacLellan, jefe de las fuerzas inglesas en
el condado de Derry, coordina a sus tropas con la ayuda de un regimiento de
refuerzo recién llegado de Belfast para el rastreo de infiltrados irlandeses.
Gerry Donaghy, un adolescente católico recién salido de prisión, tranquiliza a
su hermana y a su novia, una chica protestante, diciéndoles que sólo se trata
de un paseo, de una marcha pacífica de un domingo cualquiera donde no se
producirán desórdenes ni incidentes.
Pero desgraciadamente, no será un domingo cualquiera...será un domingo sangriento. Hubo una matanza indiscriminada, y el resultado fue el querido por los ocupantes: acabar con el movimiento civil, participativo, asambleario, de miles de personas codo con codo y con dos, tres, pocos argumento pero rotundos.
Pero desgraciadamente, no será un domingo cualquiera...será un domingo sangriento. Hubo una matanza indiscriminada, y el resultado fue el querido por los ocupantes: acabar con el movimiento civil, participativo, asambleario, de miles de personas codo con codo y con dos, tres, pocos argumento pero rotundos.
Ellos preferían que el
papel protagonista lo ocupara el IRA con su lógica jerárquica,
militarista, y lo preferían porque el IRA les hacía daño, pero sobre todo
daba munición a la ocupación, incentivaba las respuestas armadas de los
protestantes…La película lo deja claro como la luz del día a quien quiera
mirar. Y con el IRA llegó el desastre de los movimientos por abajo.
A finales de los
emblemáticos años sesenta, la lucha estaba en la calle, y la voz de la calle
llegó al Parlamento a través de Bernadette Devlin que no respetaba las normas,
los consensos, el pasteleo, el fair play. Además, su voz nos llegaba en estos
andurriales, aparecía entrevistada en las revistas y en los diarios, y lo que
decía era sencillo, claro, rotundo, y nunca decepcionaba. En 'la España de Franco' su
trayectoria aparecía como ejemplar, incentivaba a los creyentes que estaban
tomando partido por los de abajo, removía el viejo debate sobre
socialismo/cuestión nacional, nadie discutía que Irlanda tenía que ser libre. Y
solo sería libre sí era socialista.
En el año 1970 fue noticia de nuevo por ser declarada culpable de ayudar en los
disturbios de Londonderry, ocurridos en el año 1969, y finalmente
cumple condena de 4 meses.
Es una lástima que esta
historia se haya olvidado porque muchos de los problemas –de procedimientos en
la lucha- vuelven a plantearse. Cuando alguien me pregunta sobre ejemplos de
“políticos” que tras pasar por el parlamento siguieron al lado del pueblo,
tengo siempre a la mano varios ejemplos favoritos. Uno es Hugo Blanco, otro es
Bernadette Devlin. Ella no cambió de vida, no hizo nada diferente…
Seguía en la misma
barricada cuando en 1969 los barrios católicos de Belfast y Derryresultaran arrasados. Lo seguía estando en agosto de 1971
cuando entró en vigor el 'Internamiento Administrativo' que atribuía poderes
especiales a la policía y al ejército y permite el encarcelamiento de los
sospechosos católicos en campos de concentración, y Bernadette fue detenida. En
septiembre de este año actúan ya en el Ulster 12.000 soldados. Estaba allí
cunado el 30 de enero de 1972 (justo el Bloody Sunday ahora más recordado por la película)
unas 6.000 personas convocadas por el movimiento en pro de los derechos civiles
se manifiestan en Derry para exigir el fin del "internamiento
administrativo"; soldados paracaidistas del ejército británico mataron a
13 personas desarmadas e hirieron a otras 15, una de las cuales murió
posteriormente.
En el año 1974 pierde su
escaño, abandona la política y se casa con Mickey McAliskey, de manera que será
conocida a partir de ese momento como Bernadette McAliskey. No pasó nada, nada que no fuese el
retroceso del movimiento neutralizado por las acciones armadas del IRA. La
lucha armada tiende a secar la lucha de masas… En enero de 1981, sufre un atentado .Un año después será juzgado Andrew Watson, como autor del mismo. En el año 1983 le prohíben la entrada a EEUU, y de nuevo en el año 2003 volvió
a ser noticia por lo mismo. La que fuera heroína en Irlanda, convertida
en terrorista para EEUU, un honor que compartió con otros personajes como
Nelson Mandela.
La lucha continúa, pero
la historia de Bernadette parlamentaria que rompe con todos los esquemas y que
habla para su pueblo, parece recobrar significado en unos momentos en el
que todo comienza de nuevo, y en los que tenemos que saber separar muy bien las
mejores tradiciones de los errores y horrores de 2los nuestros”, y que tanto
contribuyeron a las derrotas.
He recordado a
Bernadette escuchando a Esther Vivas.
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