Harry Belafonte, un luchador de los de siempre
Harry Belafonte, alias de Harold
George Belafonte, Jr, nacido en el barrio de Harlem, Nueva
York (1/03/1927) músico, actor y activista social de ascendencia jamaicana,
conocido como el "Rey del Calypso”, una música que allá por la mitad
de los años cincuenta como se suele decir causó furor. Cuando Belafonte tenía
ocho años, su familia se trasladó a Jamaica, para regresar a los treces a Nueva
York, trayendo consigo un enorme entusiasmo por los ritmos caribeños, y
también por el Caribe y su gente. Tras enrolarse en la marina, trabajó junto
son Sidney Poitier en el American Negro Theatre Workshop y después como simple
mensajero. No fue hasta que se le pidió que actuara en Juno and the Paycock, de Sean O’Casey, una producción del American
Negro Theatre, que el actor no había reparado
que la interpretación sería su carrera. Entonces se unió a la Dramatic Workshop de la New School of Social Research, bajo el tutelaje del gran director alemán, Erwin Piscator, donde entre sus compañeros de clase se hallaban alumnos como Brando, Walter Matthau, Rod Steiger y Tony Curtis.
que la interpretación sería su carrera. Entonces se unió a la Dramatic Workshop de la New School of Social Research, bajo el tutelaje del gran director alemán, Erwin Piscator, donde entre sus compañeros de clase se hallaban alumnos como Brando, Walter Matthau, Rod Steiger y Tony Curtis.
Comenzó como cantantes actuando
en pequeños clubes de la costa este de Norteamérica, y abrió un restaurante en
el Greenwich Village, que cerró para dedicarse definitivamente a cantar. Allá
por la mitad de los años cincuenta comenzó a ser conocido como el "Rey del
Calypso”, y aunque no llegó a ser muy conocido por aquí, su nombre figura entre
los primeros cantantes negro que, como Nat King Cole, consiguieron por entonces
una fama nacional e internacional que antes de la II Guerra Mundial no fue
posible. Day-O, su canción más conocida (que le llevó
al primer puesto en las listas de éxitos en 1957. Esta canción no fue en
realidad un Calypso sino que se trata de una canción jamaicana tradicional
sobre los trabajadores de los muelles que cargan bananas para la exportación.
La canción se grabó por primera vez en Gran Bretaña en 1954 por el actor
y vocalista de Trinidad, Edric Connor.
Su carrera cinematográfica comenzó
de una manera fulgurante, y se hizo famoso especialmente con dos películas
importantes También ha aparecido en películas como la desconocida
"Bright road”, pero será con el musical de Otto Priminger Carmen Jones (USA, 1954), con la que obtendrá la
mayor resonancia. Enésima adaptación de la obra de Prosper Merimée, en realidad
se trata de una adaptación de la ópera de Bizet realizada por el popular Oscar
Hammerstein. La película fue estrenada en España con bastante atraso,
concretamente a principios de los años sesenta, y con no pocos cortes. Autor
liberal que trataba de desafiar una y otra vez la censura, Preminger en esta
Carmen un toque sensual que escandalizó a la gente “bienpensante”, y contó a su
favor con la interpretación de la magnífica y trágica Dorothy Dandridge que fue
la primera actriz negra nominada a un papel protagonista (Hattie McDaniels lo
ganó como secundaria en 1939, compensando un poco el racismo cohibido de Lo que
el viento se llevó), Harry está bastante bien, pero tanto ella como él, aunque
eran cantantes, fueron doblados por Marilyn Horne y Lee Vern Hitchinson, que
eran cantantes de ópera.
Mucho menos conocida es Una isla al sol ("Island
in the sun", 1957), un melodrama política antirracista dirigido por Robert
Rossen que contó con un suntuoso reparto: James Mason, Joan Fontaine, Joan
Collins, Stephen Boyd, y Harry Belafonte encarando a un “presidenciable”
bastante reivindicativo que consigue enamorar a Joan Fontaine, y sacar de
quicio al representante de los señores blancos, a un James Mason realmente
pletórico. Harry escribió las canciones, pero la película no obtuvo el éxito
que merecía ya que sin estar a la altura de las grandes de Rossen, es mucho
mejor de lo que se ha dicho, y cuenta con unos diálogos soberbios, además, habría
que verla con las referencias de las tentativas socialistas reformadoras en
Jamaica, tentativas que con un prolongado y duro combate contra la política
exterior USA, sobre todo en los años sesenta-setenta, hasta que Reagan promovió
un golpe de estado a lo Margaret Thatcher.. Exceptuando una magnifico policiaco
de Robert Wise "Odds Against Tomorrow" (1959), que se podía traducir
como Apuestas por el mañana, y que se ha estrenado por TV, la carrera
cinematográfica de Harry nunca volvería a contar con las posibilidades que
contó en sus principios.
Una solidaridad activa y
renovada en el curso de medio siglo, con todo lo que eso significa en “las
entrañas del monstruo”. No hay que decir que dicho compromiso, a lo largo de
una vida de trabajo y de combate en las más diversas facetas –por
ejemplo, en la de productor de películas comprometidas- no le ha beneficiado
personalmente, y no hay que decirlo, Harry ha tenido que soportar a todos los
Jiménez Losantos yanquis, que debe de ser legión.
En 1960, fue nombrado por el
presidente John F. Kennedy, consejero cultural para Peace Corps, cargo que
detentó durante cinco años. Luego devino una fuerza decisiva en el movimiento
en pro de los Derechos humanos, desarrollando una amistad profunda y permanente
con Luther King. Luego ingresó en la
Junta directiva de la Conferencia Sur de
Liderazgo Cristiano (SCLC), y a la muerte del Dr. King, devino uno de los tres
albaceas testamentarios de las propiedades del gran líder. Más tarde, fue
designado por Mario Cuomo en calidad de presidente de la Comisión Martín
Luther King, y detentó el cargo durante siete años, periodo en el que él y su
personal fundaron el Instituto para la
No violencia también dedicado al famoso agitador pacifista
cuyas ideas más radicales Harry comparte y sobrepasa.
A lo largo de su vida, y muy
especialmente durante las época de gobiernos demócratas, Harry ha sido una y
otra vez condecorado y halagado, pero él no ha dejado de militar en todas las
causas “impopulares “, por ejemplo produjo importantes documentales contra el
“apartheid” en Sudáfrica en la época en la que la administración Reagan
consideraba a Mandela un vulgar terrorista. Esta tarea ha formado parte de una
fuerte implicación “africanista” en el sentido más noble del término, o sea en
todo lo contrario que a esta palabra se le ha dado en este país que tanto daño
ha hecho en África.
Tal como explicaba en un
artículo anterior sobre Sidney Poitier, actores negros de la misma línea que
Harry Belafonte fueron apartados, Paul Robenson tuvo que marchar al exilio, y
Canadá Lee murió de un infarto en medio de la “caza de brujas”, pero con Harry
no han podido…En esta historia como en tantas, el cine ha sido un auténtico
campo de batalla con la salvedad que las ideas antirracistas han ganado no
pocas de ellas, algunas muy importantes. La lista de películas de denuncia sin
medias tintas, es muy grande. También existen grandes novelas y algunos libros.
Yo recomiendo El nacionalismo negro en
los Estados Unidos, obra del camarada Theodor Draper que editó en 1973
Alianza en la misma colección donde apareció una impresionante historia de la
esclavitud.
Quién crea que estas son
historias foráneas, se equivoca. El racismo y la derecha también viven aquí.
Entre nosotros hay mucha gente como esos bañistas italianos que hace unas
semanas fueron fotografiadas mientras “pasaban” totalmente de dos niñas gitanas
que yacían muerte en la orilla. Ellos no eran racistas, pero votaban a
Berlusconi.
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