El caso
Joven socialista internacionalista, uno
de los fundadores del PC austríaco, Kurt Landau fue detenido por agentes
estalinistas en el barrio del Guinardó de Barcelona, y nunca más se supo de él.
Digamos cuatro sas sobre
su perfil: Kurt Landau (Viena,
1903-Barcelona, 1937), empezó con un oficio un poco original, domador de leones
en un circo. Miembro del PC austriaco en 1921, secretario del distrito de Viena
y posesionado a favor de las tendencias izquierdistas dentro de la IC.
Responsable de la agitación y la propaganda en 1925, redactor del Die Rote Fahne de la capital austriaca, tiene encuentro con Víctor Serge y se
aproxima a las ideas
de la Oposición
de izquierda de la URSS.
Rompe con Frey en 1928 y crea su propia organización de
oposición. Se traslada a Berlín y juega un papel muy importante en la formación
de la Oposición
de izquierda unificada en Alemania. Forma parte del primer Buró Internacional
de la 0posición llamada trotskista. Sin embargo, como del producto de los
conflictos internos grupo alemán, se distancia de Trotsky cuando y de la Oposición de izquierda y
crea su grupo propio. Cuando Trotsky rompe con el Komintern, Landau mantiene la
bandera la reforma y con la perspectiva de un "nuevo Zimmervald". A
partir de 1934 vuelve a trabajar en secreto con la Oposición surgida en el
interior del PCF y colabora en su revista, Que Faire? Será de los primeros voluntarios
internacionales en llegar a Barcelona en 1936 destacado comunista austriaco,
oposicionista y militante del POUM.Responsable de la agitación y la propaganda en 1925, redactor del Die Rote Fahne de la capital austriaca, tiene encuentro con Víctor Serge y se
Sus controversias con
Trotsky resultan bastante duras, las propias de la época y de los personajes,
aunque Kurt murió por “trotskista”., como militante del POUM.
Escribe desde las
páginas de La Batalla, con
los pseudónimos de Wolf Bertram (este nombre excitado al revés por el fiscal en
el interrogatorio de Adroher) y Spectator, escribirá también el folleto La
revolución española de 1936 y la
revolución alemana de 1917-1918,editada por la Editorial Marxista,
del POUM). Nombrado responsable para los contactos internacionales del POUM,
trabajando de instructor político y de organizador de los voluntarios internacionales.
Escondido en el Guinardó (en la misma casa en la que oficialmente se fundó el
POUM), tras la prohibición del POUM en junio de 1937, no tomó muy en cuenta las
advertencias de sus amigos (entre ellos Agustín Souchy), y fue secuestrado el
23 de septiembre en la casa de Francesc del Cabo y Carlota Durany –la misma en
la que se fundó el POUM-, fue asesinado poco más tarde por agentes soviéticos.
Katia Landau describe
como sigue su caso: “Wolf Bertram, como secretario del grupo comunista Der
Funke, tuvo
que huir de Alemania en marzo de 1933, perseguido por los agentes de la Gestapo (…) El odio de los
estalinistas (…) concierne a un hombre que ha consagrado su vida exclusivamente
al movimiento revolucionario, desde 1921 en las filas del Partido Comunista
Austriaco, miembro de la redacción de la Rote Fahne de Viena y de la Sección de Propaganda y
Agitación del CC del PCA y que, desde1923, se solidarizó con Trotsky en su
lucha contra Stalin. La hostilidad de los estalinistas recibió nuevo alimento
cuando, en 1930, formó con Alfred Rosmer y Trotsky la oficina de la Oposición Comunista
Internacional de Izquierda. No disminuyó cuando, en 1931, se separó de Trotsky
a causa de divergencias en cuestiones de organización, ni cuando, en 1933, se
enfrentó enérgicamente a Trotsky contra la fundación de la IV Internacional.
El odio de los estalinistas le persiguió constantemente, justamente a causa de
su actividad internacional que, tanto en Austria como en España, se inspiraba
en los fundamentos del marxismo para combatir la política estalinista. En la
emigración, trató en múltiples conferencias y artículos los problemas del
movimiento obrero internacional. En noviembre de 1936 partió para España y se
puso al lado del POUM para ofrecer sus fuerzas a la revolución española”.
Su compañera, Katia
Landau, de soltera Julia Lipschutz (1895), fue también una militante de laga
experiencia, y de los primeros tiempos de la guerra española ingresó en el POUM
y una de las animadores de la
Secretaria de la
Mujer, amén de coautora del folleto más representativo del
POUM sobre la cuestión de la mujer en la revolución, ha escrito Daniel
Sueiro en La flota es roja (1983, Argos-Vergara, Barcelona):
“...Es una mujer también refugiada, de nacionalidad austriaca, que está
trabajando entonces en un comité norteamericano de ayuda y rescate. De fina y
delicada belleza, animosa ante las dificultades, de inteligencia rápida, ella
decide desde el primer momento sacar de Francia a aquel español singular que le
acaba de ser presentado. Aunque apenas habla cuatro palabras en castellano, en
seguridad que está ante una mujer distinta, una mujer europea sensible y culta;
la firmeza de sus convicciones, la generosidad que en ella advierte de
inmediato, esa fuerza interior que de ella emana le cautivan. Aunque un velo de
tristeza, de pesadumbre cubra por momentos su mirada y detenga su espontánea
sonrisa…Es Katia Landau, la que fuera esposa de Kurt Landau. En los últimos
meses del año 1937 y los primeros de 1938, esta mujer menuda y enérgica, que
muestra toda su entereza en los momentos de las grandes pruebas, ha estado
tratando de saber qué ha sido de su marido, dónde está, en manos de quién. Sólo
se sabe que Kurt Landau desapareció en Barcelona el 23 de septiembre del 37, al
parecer arrestado. Katia ha entrado en todas partes y preguntado a todos, pero
de sus pesquisas no sale nada en limpio; sus investigaciones terminan en el
vacío.
Habían llegado a España
pocos meses después de desatada la guerra, en noviembre del 36. Kurt Landau,
activo militante del PC austriaco hasta 1927, dirigente más tarde en Berlín de la Oposición de Izquierda y
miembro del Buró Internacional, cabeza de una de las escisiones del partido en
mayo de 1931, entra en Barcelona en relación con el POUM en el momento
en que éste sufre los peores ataques de Trotsky, por haber accedido a formar
parte del Gobierno de la
Generalidad, y del que por cierto será expulsado más tarde
por imposición soviética. Las divergencias políticas entre Landau y Trotsky se
recrudecen desde este momento. Este último, que ya se había referido al
`diletantismo con las ideas, la charlatanería periodística al estilo de
Landau´, al que había incluido entre los `confusionistas´ y los `desertores´,
acabará por hablar del `papel lamentable´ desempeñado por el austriaco en la
revolución española. Landau, que se definirá como un marxista que rechaza el
trotskismo, atacará duramente a Trotsky en sus últimos artículos; publicados
bajo los seudónimos de Wolf Bertram y Spectator, alguno después de los
sangrientos sucesos revolucionarios de mayo del 37 en Barcelona, en que a las
divergencias con los trotskistas se suma la persecución por parte de los
estalinistas.
Katia resultó liberada
gracias a una campaña internacional en la que tomaron parte dos líderes
socialistas austriacos tan destacados como Otto Bauer y Friedrich Adler, y pudo
marchar a Francia con la ayuda del antiguo menchevique Abramovich, cuyo hijo,
Marc Rheim, fue asesinado por la policía estalinista según todos los indicios.
Katia prosiguió su propia guerra en defensa del POUM y de su compañero Kurt,
pero la II Guerra
Mundial la llevó al exilio mexicano, en Cuernavaca, casada con Benjamín Balboa,
el radiotelegrafista que en julio del 36 jugó un papel decisivo en ganar la
flota para la marina para la
República. Su testimonio fue editado en Paris por la
mítica editorial Spartakus con el título de Les fossoyeurs de la révolution sociale.
El libro contenía además del texto de Juan Andrade incorporado por
Zavala, el testimonio de otro testigo de los hechos, Marcel Ollivier, seudónimo
del judío ruso Boris Goldenberg (1905-1980), antiguo miembro del Instituto
Marx-Engels de Moscú, militante de la Oposición de izquierdas en Moscú junto con Nin,
emigrado a Francia en 1933, frecuenta a León Sedov, y colabora en la prensa
socialista de izquierdas, publicando como Marcel Ollivier un artículo en Leviatán…
La parte correspondiente
a Katia está traducida como Los
verdugos de la revolución española (1937-1938), (2007, Ed. Sepha, Málaga) con la
colaboración de la
Fundación Andrés Nin. Junto con su propio testimonio, Katia
ofrece información sobre los casos de Nin, Kurt Landau, Rheim, y sobre los
trotskistas Erwin Wolf y Moulin…Daniel Sueiro anota también que cuando Balboa y
Julia se encontraron “en Marsella, desgarrados por las miserias de la guerra,
de la derrota, con las cicatrices aún abiertas en el fondo de sus almas, Katia
tiene poco más de treinta años; Balboa cumple los cuarenta. `Y cosa curiosa
—recordará Katia—, no nos pusimos a hablar de política, sino de teosofía.´ También
ella había pertenecido en su juventud, en la adolescencia, a un grupo
teosófico vienes, del que se había alejado pronto, mas no sin haber leído
antes a fondo a madame Blavatsky, a Anny Besant, a Krishnamurti...;
concretamente los discursos de Buda le habían parecido magníficos. Comprobó en
seguida que los conocimientos de Balboa en el campo de las religiones, y no
sólo en el de la teosofía, eran amplios y profundos. Espontáneamente coinciden
ambos en esos principios de convivencia que atañen a la moral, a la ética, al
humanismo. Balboa necesitaba en aquel momento, por otra parte, una persona de
confianza que le pasara a máquina sus recuerdos de los acontecimientos de julio
del 36 y su participación en ellos. Ese papel lo cumpliría también Katia con
eficacia, y al tiempo que escribía cuartillas y más cuartillas en una vieja
máquina alquilada, comprobaba la simplicidad de la ortografía española y su
propia facilidad para dominar un idioma que iba a ser el suyo en adelante” (p.
279).
Los lectores y lectoras
interesados en esta historia encontrarán más información en nuestro libro, Un ramo de rosas rojas y una
foto. Variaciones sobre el proceso del POUM, que ha publicado recientemente Laertes
de Barcelona.
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