Stalin en España
Entre los líderes mundiales que
tuvieron una relación con la guerra de España, Stalin fue sin duda el más
controvertido. Actor de segunda fila en la revolución, Stalin fue ascendiendo
en la medida en el que el PCUS se fue alejando de los
sueños de Octubre (expresados en la Constitución de 1918 sobre la que Azaña hacía obra porque garantizaba el derecho a reunión con calefacción incluida, que entre otras cosas prohibía la pena de muerte), tras una guerra civil que dejó al país un paso por delante del abismo. En 1936 su poder se había hecho ilimitado con los llamados “procesos de Moscú” con los que exterminó toda oposición, ante la ignorancia o la inferencia general; en España solamente el POUM
denunció los hechos. A finales de 1936, Stalin decidió trasladar los “procesos” a otros países, sobre todo ala España republicana de la que se había convertido en único sostén. Es cuando el área comunista española que desde 1934 había mejorado sus relaciones con lo q1ue sería el POUM, opera un giro radical para proclamar que la “Quinta columna” no estaba compuesta solamente por los franquistas de la retaguardia, sino por los llamados “trotskistas e incontrolados”… 1/.
sueños de Octubre (expresados en la Constitución de 1918 sobre la que Azaña hacía obra porque garantizaba el derecho a reunión con calefacción incluida, que entre otras cosas prohibía la pena de muerte), tras una guerra civil que dejó al país un paso por delante del abismo. En 1936 su poder se había hecho ilimitado con los llamados “procesos de Moscú” con los que exterminó toda oposición, ante la ignorancia o la inferencia general; en España solamente el POUM
denunció los hechos. A finales de 1936, Stalin decidió trasladar los “procesos” a otros países, sobre todo ala España republicana de la que se había convertido en único sostén. Es cuando el área comunista española que desde 1934 había mejorado sus relaciones con lo q1ue sería el POUM, opera un giro radical para proclamar que la “Quinta columna” no estaba compuesta solamente por los franquistas de la retaguardia, sino por los llamados “trotskistas e incontrolados”… 1/.
Se trata de un página en la que
resulta muy difícil diferenciar entre los hechos y la propaganda, baste
recordar todo el asunto del oro de Moscú y de los excesos de la “guerra fría”
cultural que tienden a establecer las línea de ecuaciones imperantes Stalin=comunismo=utopía=populismo,
etcétera. 2/. Sobre el asunto del “oro robado” que fue piedra de toque del
franquismo (se justifica la situación de atraso del país por el “oro robado”),
Mª Dolors Genovés, la autora de la emblemática Operació Nikola, realizó L´or de Moscú (), sobre cuya seriedad y
rigor resulta evidente desde el momento
en el que los datos que proporciona no son cuestionados por aquellos medios que
persisten en la tarea de “blanquear” lo que significó el franquismo, y en
tratar de demostrar bajo otros ropajes que Rusia fue la culpable. Por otro
lado, en el panorama actual no parece posible encontrar propuesta documental
que se aparte de la ecuación mencionada, algo que sí se había logrado
ampliamente en el terreno de la bibliografía histórica., en especial por
aquella que contrariaba la simetría estalinismo=comunismo, igualmente aceptada
por el estalinismo que por los anticomunistas. 2/
Esta misma dificultad se reproduce
en muchos de los enfoques sobre la actuación de Stalin en España. Un buen
ejemplo es URSS-España: la huella soviética, un
documental dirigido por la cineasta (Mikhail Ordovsky,
Rusia, 2015) que presume “desmitificar” el papel de la URSS,
“revelando” entre otras cosas que en 1937, Stalin decidió reducir
los suministros de armas a los republicanos, aunque rectificó a finales de 1938, cuando decidió
aumentar de nuevo el armamento, cuando ya era demasiado tarde. Ordovsky recoge materiales de archivos, recuerdos de participantes y
testigos, comentarios y opiniones de historiadores de escuelas
antagónicas o sea a Ángel Viñas y César Vidal, que no se diferencian solamente
en eso. La presencia de este último se percibe en tesis como la que
asegura que la “revolución” de la República fue “instigada
por el Kremlin”, una afirmación tan disparatada que desacredita al autor por
completo: el 14 de abril el PCE era un “grupúsculo” sectario y casi aislado,
mientras que para el Komintern no fue “más importante que una huelga”
(Manuilski)
. Notas
1/ De difícil
clasificación resulta El Efecto K. El
montador de Stalin (Helena Sánchez Bel y Valentí Figueres, 2013) realizado con fragmentos de
realidad, un documental histórico filmado con los engranajes de la ficción que
pretende contar la extraña y asombrosa historia de Máxime Stransky narrada a
través de sus filmaciones amateurs, sus home
movies privadas. Los autores la presentan la vez una historia de aventuras,
un cuento mítico sobre el cine, la leyenda de una amistad, la narración sobre
el sufrimiento universal del ser humano, el mito del héroe y su descenso a los
infiernos. Esta es la historia de un actor-espía que al fin supo decir NO a
Stalin. La trama recuerda en cierta medida, El círculo del poder
2/ Programas con un cierto prestigio como La Noche Temática montó un “dossier” en base de tres documentales
(Stalin, el tirano rojo, La Isla
de los Caníbales, Stalin, el
tirano rojo”; Josef Stalin demistificado, Hitler y Stalin,
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